¿Será esto lo que distingue a un lider consciente?

 

¿Cuáles son las variables que influyen?

¿Qué pasa con la productividad?

Este es un artículo subido hace poco tiempo Catalina Corbelli en su  red de linkedin, experta en el desarrollo Humano.

En el artículo se mencionaba que una persona motivada estaba enfocada el 80 % de su tiempo en su trabajo, mientras que una persona que no lo está, sólo se enfocaba un 50 %.

 

Pero agregaba que estas cifras permitían deducir la razón por la que la felicidad era tan importante para la productividad.

 

Y sinceramente creemos que se tratan de 2 variables diferentes. Veamos cúales son y cómo se complementan:

 

Efectividad (dimensión del "obtener")

Propósito (dimensión del "dar")

Desde nuestro humilde punto de vista, aquello que nos impulsa a la efectividad es la emoción de la “ambición” y del “entusiasmo”. Emociones ambas que me conectan con el logro. Y bajo esa perspectiva, lo importante en esta dimensión, será alcanzar el objetivo que deseamos al menor costo posible (medido tanto en términos económicos, como en tiempo personal invertido en él).

 

Mientras que aquello que nos vincula con el propósito es fundamentalmente la emoción de la gratitud  (dado que  nos conecta íntimamente con la abundancia de lo que ya tenemos). Y según nuestra opinión, no hay puente más directo a la felicidad que la emoción de la gratitud.

 

¿Y cómo vinculamos la gratitud con el propósito?  Es que gracias a esta emoción podemos ser conscientes que hemos recibido “gratuitamente” una multiplicidad de talentos que adquieren un sentido trascendente cuando lo podemos poner al servicio del otro, muy especialmente de aquél que carece de dichos talentos.

 

Y allí tomamos “consciencia” de nuestra interdependencia como humanidad.

 

Interdependencia que nos permite subsistir y desarrollar nuestras potencialidades en tanto y en cuanto que hay un otro a quien servir.

 

En efecto, ¿cómo podría realizarme (poner en juego al máximo todos mis dones), si no tuviera a quién servir?

 

Tomemos el famoso ejemplo de los albañiles que se encuentran levantando una pared de la sala este del hospital de niños de una comunidad.

 

Bajo la dimensión de la eficacia, entrarían a jugar los costos resultantes del tiempo insumido, la pérdida emanada como resultado de roturas de ladrillos, la calidad de la misma contra las inclemencias del tiempo y otras variables del estilo (que por supuesto son importantes).

 

Pero bajo la dimensión del propósito, emergería el propósito de “colaborar a salvar la vida de los niños de nuestra comunidad”. Y es allí donde podemos tomar conciencia de la interdependencia que surge cuando podemos inspirarnos (y conectarnos) con el mutuo servir que cotidianamente nos brindamos unos a otros.

 

Desde nuestra perspectiva, pensamos que las organizaciones se han enfocado mayoritariamente en la efectividad como variable de progreso sustentable, y se han olvidado un poco del “legado” a la comunidad de la que forman parte.  Legado que sólo pueden prestar ellos cuando se conectan con un sentido que trasciende meramente lo económico.

 

Según nuestra mirada, lo que distingue precisamente a un líder "consciente" es su capacidad de motivarnos no solamente a ser efectivos en términos de logro, sino también a conectarnos con un propósito que nos inspire en términos de servicio.

 

Y para inspirar debemos reflexionar a partir de lo que nos propone el refrán:  "Si quieres que se construyan un barco, no dividas y organices el trabajo. Enseñáles a añorar la otra orilla".